Los espacios monocromáticos en el diseño de interiores son tendencia. Consiste en optar por una paleta de colores uniforme para crear ambientes tranquilos que transmitan serenidad y orden.
Cuando pensamos en una decoración monocromática, lo primero que se nos viene a la mente son tonos grises o un “total white” al ser los más habituales. Pero, realmente, una decoración monocromática se puede conseguir con cualquier color.
Desde el minimalismo contemporáneo hasta estilos más saturados, la aplicación de una única tonalidad en todo el espacio puede transformar por completo la atmósfera de una estancia. ¿Quieres descubrir cómo lograr con éxito una decoración monocromática? Sigue leyendo para obtener algunos consejos prácticos.
1. Selección de Color: Elige un color base que refleje la sensación que deseas transmitir en la estancia. Tonos neutros como el blanco, gris o beige son opciones populares que crean un lienzo versátil para cualquier estilo de decoración. Sin embargo, se puede arriesgar más y optar por tonalidades más potentes como el azul marino, verde esmeralda o incluso negro para añadir un toque de personalidad al espacio.
2. Variedad de Texturas: Aunque se opte por trabajar bajo una tonalidad única, la variedad de texturas es clave para evitar que el ambiente se sienta plano o aburrido. Se pueden introducir materiales como el terciopelo, el cuero, el mármol, el ratán y tejidos para añadir profundidad y dimensión al espacio.
3. Juego de Luces y Sombras: La iluminación desempeña un papel imprescindible en cualquier proyecto de interiorismo. Y, sobre todo, en la configuración de espacios monocromáticos.
Teniendo en cuenta que hay que intentar aprovechar al máximo la luz natural, se pueden configurar distintos puntos de luz para resaltar algunas zonas y crear varios ambientes. Esto creará luces y sobras dentro de los espacios uniformes y aportará dimensión.
4. Acentos Estratégicos: Aunque la premisa principal del diseño monocromático es mantener una misma paleta de colores, esto no significa que no puedas incorporar acentos sutiles para agregar interés visual. Pequeños detalles como cojines decorativos, cuadros, plantas o accesorios en tonos complementarios o metálicos que añadan un toque de contraste sin romper la armonía general del espacio.
En resumen, la configuración de una decoración monocromática se traduce en crear profundidad e interés a través de distintas texturas y materiales. En el diseño de interiores es una forma poderosa de crear espacios equilibrados y uniformes que transmiten orden y tranquilidad.
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